domingo, 12 de julio de 2015

Historia: Ilustre y antigua Hdad. del Stmo. Cr isto de la Vera-Cruz, Ntra. Sra. del Mayor Dolor y María Stma. de Consolacioón y Lagrimas.

Su fundación tuvo lugar en el año 1.505 en la Ermita de Santa Brígida, donde actualmente se encuentra edificada la Parroquia de San Francisco, aunque para el historiador portuense Hipólito Sancho, la advocación de esta primitiva ermita sería la del Santo Cristo. Sobre los cimientos de esta antigua ermita fundaron los franciscanos su convento en 1.517.

Un documento que puede atestiguar el lugar de fundación de esta cofradía de sangre y penitencia se encuentra en el expediente formado en 1.763 por el cabildo de la Santa Iglesia Prioral, a consecuencia de la pretensión de la Veracruz de salir en Estación de penitencia acompañada por la comunidad del convento de San Francisco de la Observancia, en la que su entonces Hermano Mayor Don Rafael Antonio de Quiñones y el Mayordomo, Don Benito Suárez de Siquera indicaban que “sabe y le consta que dicha cofradía se halla fundada… en la referida capilla de la Sangre, habiendo sido establecida y fundada en el convento del Señor San Francisco de la regular observancia, con cuyo motivo, siguiendo la mayor correspondencia de su comunidad, ha determinado la Hermandad sacar en procesión sus imágenes con asistencia de aquella en satisfacción de la antiquísima costumbre de haber de llevar al convento dichas imágenes, para desde él, salir en procesión”1. Otro detalle que nos demuestra la antigüedad de esta corporación portuense es el que nos suministra el testamento de Teresa Hernández2, mujer de Pedro de Aragón fechado el 30 de Julio de 1.525, la cual ordenaba que acompañasen a su entierro las cofradías de la Misericordia, Veracruz y Sangre, Encarnación y Santa Catalina.
 
La Hermandad fue fundada con la advocación de Veracruz, una advocación que fue difundida por toda España gracias a las indulgencias que obtuvo la Cofradía de la Veracruz de Toledo de manos del cardenal Pedro González de Mendoza. La Hermandad portuense tomo auge gracias a las indulgencias que obtuvo para ella el cardenal franciscano Quiñones. Según cuenta la leyenda, la imagen actual del Santísimo Cristo de la Veracruz, recibía culto en la vecina localidad de la Villa de Rota. La imagen fue sacada en solemne procesión por los campos roteños con el fin de acabar con una pertinaz sequía que existía en esos años. Y estando en mitad del campo, empezó a llover fuertemente. Incomprensiblemente, los aldeanos dejaron la imagen del Cristo en el campo y salieron corriendo a guarecerse de la fuerte lluvia que caía de manera torrencial. Al día siguiente, salió desde el Puerto el Duque de Medinaceli para practicar la cacería donde milagrosamente halló la imagen del Santísimo Cristo en el campo y mandó que la cargaran en su caballo para traerla a El Puerto3.
 
En el siglo XVI, la Hermandad de la Veracruz se fusiona con otra que fue fundada en el año de 1.530 con el nombre de Hermandad de la Preciosísima Sangre de Cristo, la cual radicaba en un templo propio que era conocido como la “Capilla de la Sangre”, y que estaba ubicada en las confluencias de las actuales calles Palacios y Nevería. Desgraciadamente, se conservan muy pocos datos escritos y gráficos que nos describan como pudo haber sido este pequeño templo, aunque dada la cercanía en el tiempo de su desaparición, parece algo inaudito. Sabemos que la espadaña del templo se conserva sobre la portada de otra Capilla existente en una finca llamada “El Pedroso” que se encuentra en Puerto Real. En esta Capilla existió un hospital, y según la época y el número de personas, podía atender a sus enfermos con algo de continuidad. Como decimos, en el siglo XVI, se produjo la fusión de las dos Hermandades bajo el título de la Santa Veracruz y fijaron su sede en la Capilla de la Sangre. Para no perder la tradición de salir del Convento de San Francisco, las imágenes eran trasladadas hasta allí para iniciar el desfile procesional la tarde del Jueves Santo, acompañadas en su recorrido por hermanos de sangre y de luz4. Como vemos, la Cofradía de la Veracruz procesionaba antaño el Jueves Santo por las calles del Puerto, aunque más de una vez se entablo en pleitos con otras Hermandades que solicitaban el privilegio de salir en este día5. Todos los pleitos, como este con la Hermandad del Nazareno se fallaron a favor de la cofradía de la Veracruz, y continuó haciendo Estación de Penitencia al anochecer del Jueves Santo. A finales del siglo XVII, el hospital fue cerrado y sustituido por otro que fundo en la calle San Sebastián un hermano de la Orden de San Juan de Dios llamado Amador de Orellana, cuya labor en el Puerto fue la de fusionar todos los hospitales que existían en la ciudad y centralizarlos en uno sólo.
 
Del carácter de esta corporación, el apelativo de sangre y penitencia nos dice que se trataba de una Cofradía de disciplinantes, como solían ser entonces todas las penitenciales, a diferencia de las llamadas de luz, que se limitaban al culto de las imágenes titulares y a la práctica de determinadas obras de caridad. Conocemos la fecha aproximada de la aprobación de sus primitivas reglas por parte del provisor de la Archidiócesis Sevilla, con un margen de 8 años de diferencia por parte de algunos historiadores locales, y estaría entrono a mediados del siglo XVI6, aunque desgraciadamente dichas reglas han desaparecido.
 
La Hermandad continúo radicando en la Capilla de la Sangre. Este pequeño templo, enclavado como comentábamos anteriormente en las confluencias de Nevería y Palacios, ocupaba un área de 80 metros cuadrados, adentrándose en una casa colindante por Palacios y resultando su forma una ele. En su construcción fue utilizado un mortero de cal y arena que estaba sostenido en sus esquinas, huecos y espadaña con cantería de piedra de sillería procedente de la Sierra de San Cristóbal. El campanario ocupaba todo el frente de la fachada de la calle Palacios, que era donde estaba la puerta principal7. Los techos de la Capilla estaban formados por un tendido de vigas de madera y ladrillos y en su exterior estaba cubierto con tejas que vertían a la calle Nevería. Una vez que era franqueada su puerta principal, se encontraba un precioso cancel de maderas nobles, y este a su vez daba paso a un salón rectangular con el suelo de ladrillo de barro cocido rojo. Al final, de esta sala se encontraba la sacristía8. En el fondo de la Capilla se alzaba un antiguo retablo de madera de unos cinco metros de altura, formando en su parte superior un arco de medio punto sostenido por dos columnas. En el centro del mismo se hallaban las imágenes titulares de la Hermandad y a sus pies, el altar con el Sagrario. Todo el retablo estaba pintado de blanco, con los adornos y apliques salientes sobredorados. El fondo de las imágenes estaba pintado de azul a imagen de un cielo, con algunas estrellas plateadas. A la derecha del altar, bajo un dosel había una pequeña imagen dolorosa y a la izquierda, existió una escalera con un barandal que daba acceso a un desván que se encontraba encima de la sacristía y que se utilizaba como almacén de enseres. Enfrente de esta escalera, y debajo de otro dosel había una imagen de un crucificado, de tamaño académico realizado en madera. Todo el templo estaba ocupado por bancos de madera y los que se salvaron después del hundimiento, junto con la campana y otros objetos fueron depositados en la Iglesia de San Joaquín.
 
En sus reglas o estatutos, tenían establecido un llamado “compromiso de beneficencia”, que no era más que un derecho asistencial que tenían los Hermanos. Estos derechos, consistían en una asistencia medica-farmacéutica y espiritual. Este primitivo seguro médico fue practicado hasta el año 1.942, año en la que la Capilla de la Sangre fue abandonada por el inminente peligro de derrumbe de sus techos. La Hermandad tuvo que trasladarse con las imágenes y enseres a la Iglesia Mayor Prioral, donde fueron recibidos por el Arcipreste y Cura Párroco de entonces D. Antonio Cía Moreno. Fueron instalados provisionalmente en la Capilla de San José y luego pasaron a la Capilla del Rosario. Al poco tiempo la Capilla de la Sangre se derrumbó.
 
En el año 1.943, la Hermandad decide trasladarse a la Parroquia de San Joaquín, donde reside desde entonces y fue reorganizada gracias a la colaboración del Párroco D. Manuel Salido. La Cofradía decidió realizar un retablo para el altar mayor de dicho templo. La mitad del coste de este retablo se pagó con el dinero obtenido de la venta del solar donde se encontraba la Capilla de la Sangre. A principios de 1946 la hermandad percibió el dinero de la venta del solar, unas 30.000 pesetas: 5.000 fueron para el paso de cristo, que aún procesiona, y 25.000 para el retablo para que fuera presidido por los titulares de la cinco veces centenaria Cofradía. La cuenta bancaria para financiar la obra se abrió en junio del 46, con el dinero de la Hermandad; 2.000 pesetas ofrecidas por la propia parroquia, 5.000 del Conde de Osborne, entonces alcalde de la ciudad, y 10.000 de Fernando Terry. Una suscripción popular fue sumando la cantidad poco a poco con donativos particulares y otras empresas locales que también se unieron rumbosamente a la cuestación. Eran unos años durísimos, en la culminación de la crisis de la posguerra y el sacrificio económico popular era evidente, y hasta podría interpretarse como derrochador para tal fin. El retablo finalmente tuvo un coste de 62.000 pesetas de las de 1947, cerca de 3 millones de pesetas al cambio actual, un auténtico fortunón en los “años del hambre”.
 
El escultor portuense José Ovando Merino realizó la obra en su taller de Sevilla y fue enviando regularmente piezas a la parroquia hasta su montaje total en febrero-marzo de 1947. La obra fue bendecida por Don Manuel Salido el 19 de marzo de dicho año, a las diez de la mañana, en una función donde concurrieron solemnemente todos los representantes políticos, militares y religiosos de la ciudad, con el conjunto de la Vera-Cruz presidiendo el altar del templo. La Hermandad celebró además con tal motivo un solemne Quinario. La cofradía, que entonces desfilaba en la madrugada del Viernes Santo -de 12 de la noche a 3 de la mañana-, salió por primera vez desde San Joaquín en el 46, estrenando entonces el paso tallado en madera con apliques dorados.
 
Otro 19 de Marzo, pero del año 1.968, fue bendecida por el entonces Párroco D. José María Rivas Rodríguez, la nueva imagen de María Santísima de Consolación y Lágrimas, que fue realizada por el magnifico escultor sevillano Sebastián Santos Rojas.
 
En el año 2.005, la Cofradía celebro el V Centenario de su fundación. En septiembre, las imágenes fueron trasladadas a la Iglesia Mayor Prioral para celebrar un triduo en su honor. El día 25 salieron en procesión desde el principal templo portuense para celebrar en la Plaza del Castillo una Misa Pontifical presidida por el entonces Obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez Don Juan del Río Martín. Se dieron cita en el puerto miles de cofrades pertenecientes a un gran número de Hermandades de toda España bajo la advocación de Veracruz.
 


1 - Archivo de la Iglesia Mayor Prioral, legajo titulado “Razón de lo sucedido en el año 1.763 con la Cofradía de la Santa Veracruz, sita en la Capilla de la Sangre de esta ciudad y gran Puerto de Santa María”. Procesiones, nº 8. 31 de Marzo de 1.763.
 
2 - Puede verse en el Archivo de la Iglesia Mayor Prioral, fondos procedentes de la Cofradía de las Ánimas, legajo Capellanía nº 3, folio 77.
 
3 - En ciertas ocasiones de sequías y epidemias fue sacado el Santísimo Cristo de la Veracruz en procesión de rogativas acompañando a la Virgen de los Milagros, patrona de la ciudad.
 
4 - Según consta en el libro de Maravedis (hoy Defunciones) del Archivo de la Iglesia Mayor Prioral, nº 4, folio 2 de 1.692 la Cofradía de la Veracruz hizo su estación de Penitencia el Jueves Santo 3 de Abril de ese mismo año. En este libro eran anotadas todas aquellas Cofradías que habían satisfecho una cantidad de dinero para la construcción de la Iglesia Mayor prioral. Sino satisfacían la cantidad de dinero estipulado se les prohibía su salida procesional por las calles del Puerto. Algunas de estas Hermandades, dada su escasez económica estuvieron hasta 20 años sin procesionar.
 
5 - Archivo de la Iglesia Mayor Prioral, legajo 7 Procesiones. Despacho y Comisión para que se le guarde el estilo que a avido y tenido la cofradía de la Veracruz en orden a salir la procesión la Semana Santa en el Jueves Santo en la tarde” Fechado el 3 de Abril de 1.743. “Digo que como a vuestra merced consta por público y notorio y que se acredita de la regla de dicha cofradía, que demostró y se haya aprobada por el doctor Sebadilla, provisor y vicario general de la ciudad de Sevilla, en su institución de más de doscientos años desta parte y uno de sus especiales ejercicios salir con procesión de disciplina de sangre con las imágenes de nuestro señor Jesucristo crucificado y demás aparato, previendo la noche del Jueves Santo de cada año y que los hermanos de la disciplina de sangre se hayan confesado y comulgado aquel día so pena de perjurio porque en su entrada y asiento de esta hermandad es de la dicha regla el que hayan de jurar todo lo que por ella se dispone y manda para la mayor perfección y devolución de sus sentidos ejercicios. Y es así que por los atrasos y pobreza de la dicha cofradía en años tan calamitos… han dejado de salir…ha acontecido que el año pasado que no salió la expresada procesión de nuestra cofradía, facilitaron los hermanos de la de Jesús Nazareno el salir su procesión el Jueves Santo en la noche, ocupando día y hora señalado en nuestra cofradía desde la expresada antigüedad”.
 
6 - Para J. M. Gago sería 1.563, para Hipólito Sancho sería 1.565 y 1.568 para otros documentos.
 
7 - En 1.880 se construyó una nueva puerta por la calle Nevería para poder sacar los pasos. Entonces fueron tapiadas las cuatro ventanas verticales con rejas y puertas.
 
8 - De las paredes de la sacristía colgaban varios cuadros de escaso valor artístico, siendo el más apreciado el que representaba a la Sagrada Familia, el cual carecía de firma.

Historia: Real, Ilustre y Antigua Hdad.de Ntra. Sra. de la Soledad, Sto. Entierro de Ntro. Sr. Jesucristo y S. Francisco de Paula.

La fecha de la fundación de la Hermandad de Ntra. Madre y Señora de la Soledad se deduce de la concesión que el Magnifico y Reverendo Señor Padre Fray Pedro de Melgar, provincial de los Mínimos de Sevilla hizo a los Hermanos de la Cofradía de la Soledad, recién fundada, de la última Capilla de la Iglesia conventual de la Victoria, del paño del Evangelio, e inmediata a la puerta, para que en ella mediante ciertas condiciones, tuviesen sus imágenes, hiciesen cañones y celebrasen sus cultos. La carta esta fechada el 28 de Agosto de 1.566, y ésta podría considerarse como el año de su fundación.
La talla de Ntra. Sra. de la Soledad esta envuelta en una multitud de leyendas populares. En una de ellas, el escultor e imaginero Gaspar Becerra, bajo un encargo de la Reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, esculpió la imagen. Ésta iba a regalársela a la Orden de los Mínimos de Madrid y fue realizada allí en el año 1.563. Existe otra leyenda paralela a la anterior, en la que se cuenta que Becerra esculpió una imagen que no fue del agrado de Isabel, por lo que se tuvo que realizar otra imagen, siendo esta de extraordinaria belleza y magnificencia. El mayordomo de la Hermandad y miembro de la Inquisición Gonzalo Fernández del Pozo compró una imagen a la Orden de los Mínimos, estimando que sería la desechada por Isabel. Pero cuál fue la sorpresa de los hermanos de la Cofradía al ver que la imagen recibida era, por equivocación, la más bella de las dos, no siendo devuelta y perdurando con nosotros hasta nuestros días. 
Pero el documento más antiguo y fiable que se conserva acerca de la llegada de la Virgen a El Puerto data del año 1.637. Este trata sobre la llegada de la Virgen desde Madrid de manos del anteriormente citado Capitán Gonzalo Fernández del Pozo, inquisidor portuense y que fue donada por este a la Hermandad el 21 de Marzo, en una solemne procesión que se llevo a cabo desde la casa de este señor hasta el convento de la Victoria, haciendo entrega a la Hermandad conjuntamente con una saya, un manto y una corona. Por lo tanto, si la cronología no falla, la actual imagen de Ntra. Señora de la Soledad no pudo haber sido realizada por Gaspar Becerra; si atendemos a la muerte de este escultor en 1.577 y a la fecha de la llegada de la Virgen a El Puerto en 1.637, casi 60 años más tarde, se puede llegar a la conclusión de que la imagen actual de la Virgen de la Soledad no fue la primitiva con la que se fundo la Cofradía en 1.566; o bien si fue realizada por Gaspar Becerra, fue comprada en Madrid 60 años después de haberla realizado éste escultor.
La época de mayor esplendor de la Hermandad coincide con la de su ciudad, en los últimos sesenta años del XVII. El Puerto se convirtió en una gran ciudad, en una pequeña corte gracias en parte por ser la base de la Armada Real y a la residencia de su Capitán General de la mar océano, el Duque de Medinaceli. En el año de 1667 se data la fusión entre dos Cofradías portuenses, la de Nuestra Señora de la Soledad y la del Descendimiento. Esta Hermandad del Descendimiento poseía como titular un yacente de pelo natural y brazos articulados atribuido a Miguel Vallés, de la escuela granadina, datado en el siglo XVII. Sus brazos articulados permitían celebrar la ceremonia del Descendimiento, un rito que era practicado las mañanas del Viernes Santo en el humilladero del Calvario, situado en el olivar de la Victoria. Unos hombres representaban a Nicodemus y José de Arimatea, que iban desclavando a Jesús mientras un sacerdote realizaba un Vía-Crucis con los portuenses. A lo largo del año, el Cristo permanecía clavado en la cruz hasta este día, en el que tras la ceremonia citada antes, el Señor pasaba a ser depositado en una urna hasta después de la Pascua como yacente. Después de ser depositado en una urna, por la tarde se organizaba con gran solemnidad y recogimiento la procesión del Santo Entierro.
La primitiva Estación de Penitencia de la Soledad discurría en la tarde-noche del Jueves Santo, como lo demuestra este articulo de la concordia entre la Comunidad de la Victoria y la Hermandad, en el año 1.566: “otrosí en condicion que los frailes de dicho convento han de ser obligados a nos acompañar en la procesión que sea de hacer el Jueves Santo en la noche de cada anno.” Cuando se fusionó la Cofradía de la Soledad con la del Descendimiento, el itinerario y el día de salida fueron cambiados. El itinerario que mas se encuentra repetidamente en los libros de Cabildos es el siguiente: Después de la ceremonia del descendimiento se organizaba la procesión en la que tomaban parte los fieles que querían, los Hermanos de la Cofradía, la Comunidad de la Victoria, seis capellanes, la Cruz parroquial y una capilla musical. La urna del Señor era llevada a hombros por sacerdotes y la talla de la Virgen de la Soledad a hombros de los Hermanos revestidos con capirotes y túnicas. En algunos años que escasearon los Cofrades, la Virgen fue cargada por clérigos. La procesión bajaba por la calle Larga hasta la esquina de Belén (Palacios) y continuaba por esta misma calle hasta la Iglesia Mayor Prioral, en cuya plaza estaba preparado el túmulo en el que se depositaba la imagen del Señor, mientras los capellanes cantaban el oficio de sepultura, después del cual se seguía por la calle Vicario hasta Cielo y desde esta hasta la Victoria. Algunos años se invirtió el orden y otros en los que hubo que complacer a las Hermanas del Convento del Espíritu Santo, al llegar por la Cruz de los Calafates (Chanca) de vueltas por la estación, y se giraba por allí, para continuar por la Ribera, pasando por los muros del Convento antes de entrar en la Victoria. Una vez recogida la procesión y por orden del Duque de Medinaceli, las imágenes eran de nuevo instaladas en su Capilla anexa al Monasterio de la Victoria. Este rito pervivió todos los años hasta la marcha de la orden de los Mínimos del monasterio en 1.835.

Según un documento fechado en 1.680 y gracias a la magnificencia de Don Juan Francisco de la Cerda, este cedió a la recién creada Hermandad unos terrenos anexos a la Victoria para erigir en él la que sería la Capilla del Calvario. La Hermandad, deseando emular a las otras del Puerto que contaban con una Capilla propia que habían sido patrocinadas por personas de una alta posición social en la ciudad, concibió el proyecto de construcción de un nuevo templo, fuera del cuadro de la Victoria y que tendría campanario, coro y puerta independiente y que contaría con la cooperación del alférez Don Francisco Fernández de Córdoba, el más ilustre y esplendido de sus bienhechores; una empresa en la que se consumieron no pocas limosnas y legados, consiguiendo al cabo de mas de 125 años ver cubierta la bóveda. Culpa de este retraso lo tuvo también la breve invasión de El Puerto en el año 1.702 por las tropas del Archiduque Carlos, y en el que las tallas de los titulares de la Hermandad fueron arrastradas por las calles de la ciudad. Fueron rescatadas por el Capitán Francisco Franco, que las recogió en su casa para luego depositarlas en el Convento de San Antonio el Real de los Descalzos, hasta que pudieron ser restituidas a la Victoria. El Monasterio sufrió el expolio de las tropas invasoras anglo-holandesas y como no, también fueron expoliados todos los enseres que la Cofradía disponía. Pasado este trance por la Hermandad, el primer Marques de Purullena Don Agustín Ramírez, ofreció terminar la Capilla a sus expensas si se le concedía el Patronato de la misma, pero la casa ducal de Medinaceli, alegando sus derechos patronales sobre el Monasterio se interpuso a dicho acuerdo, truncando el deseo de la Cofradía, que hubiera tenido mucho que perder si hubiera entablado un pleito con los Medinaceli. Pero la Capilla no llego nunca a inaugurarse por culpa de la invasión francesa que saqueó el monasterio el día 5 de Junio de 1.810. Esta vez las imágenes se pudieron salvar trasladándolas al Convento de San Agustín, donde permanecieron 5 años refugiadas. En este expolio perdió la Cofradía la totalidad de sus enseres, quedando la Capilla destrozada y los huesos de los Hermanos difuntos diseminados por la nave de la iglesia. Durante los años de ocupación francesa, el Hermano Mayor de la Cofradía era Don José Rodríguez Salas, que fue elegido en cabildo en 1.791 hasta el año de su muerte en 1.838. Dentro de estos 47 años como Hermano Mayor, queda la reconstrucción del Monasterio de la Victoria, que supuso un gran esfuerzo económico para esos años de post-guerra. El coste de las obras ascendió a 17.480 reales de vellón, en las que se pudieron estrenar una nueva reja de hierro para guardar la capilla, un retablo y un altar nuevo. Restos de la capilla derribada en el tumultuoso siglo XIX pueden aun verse en uno de los muros del templo de la Victoria y por los detalles decorativos que allí se aprecian, bien pudo haber guardado semejanza con las Capillas del Sagrario y la Patrona de la Prioral.

Pero tras la muerte del Hermano Mayor, la situación de la Cofradía fue crítica y durante tres años no se tiene noticias de la vida de la Corporación, hasta que el pequeño grupo de Hermanos que quedaban, reunidos en Cabildo general, decidieron restaurar la Cofradía, que se encontraba en San Joaquín. Al año siguiente, el 8 de Febrero de 1.842 se celebró un Cabildo de elecciones, en el que se eligió a Don Joaquín José Micón como nuevo Hermano Mayor. De este señor se sabe que era una persona opulenta y de antecedentes piadosos. Era de origen francés, pero no de los invasores, sino de una familia mucho más arraigada en nuestra comarca desde el siglo XVI por la industria del vino. Gracias a la elevada situación económica de este nuevo Hermano Mayor, en Agosto de 1.848, la Hermandad obtuvo el título de Real, que le fue otorgado gracias a la concesión de la Infanta Doña Luisa Fernanda de Borbón, Duquesa de Montpesier, que era hermana de la Reina Isabel II, gracias a este empuje restableció el culto asiduo y constante en la Victoria, donde se había establecido un noviciado de la Compañía de Jesús. Se volvieron a celebrar el jubileo de cuarenta horas en honor a sus titulares y la procesión del Viernes Santo por la tarde. En esta época, como en otras muchas Hermandades portuenses, se creo el llamado “compromiso de beneficencia”, una sociedad de socorro para los Hermanos de la Hermandad en los que se les ofrecía atención médica. Este “seguro médico”, vino a desnaturalizar el sentido piadoso que tenían las Hermandades del Puerto, atrayendo a muchas personas de un espíritu que no era el mas aconsejado para una Cofradía.

Debido a la revolución republicana del año 1.868, la Hermandad, como tantas otras en El Puerto de Santa María, tuvo que abandonar el Monasterio de la Victoria. Las Sagradas Imágenes Titulares fueron escondidas en la casa del Mayordomo de la Hermandad D. Rafael López Ubiña, que se jugó la vida, por miedo a represalias por parte de los republicanos para con las imágenes. En atención a esta labor que realizó esta persona y su familia ostentaron por largos años el titulo de camaristas de la Hermandad. Allí permanecieron ocultas varios años sin hacer Estación de penitencia, aunque se les trasladaba secretamente a la Iglesia de las religiosas capuchinas por la Pascua de Resurrección. En el año 1.875 cuando los ánimos se hubieron calmado en la ciudad, la Hermandad decidió el 26 de Mayo trasladar entonces las imágenes a la Capilla del Rosario de la Iglesia Mayor Prioral para ya no abandonarla.

Fue a principios del siglo XX cuando desapareció el compromiso de beneficencia de la Cofradía, volviendo ésta a su carácter piadoso. Se llevaron a cabo obras de adecentamiento en la Capilla, todo ello gracias a la actividad y buen celo de su Mayordomo, el presbítero Don Luis Cerezuela. En el año 1.926 la talla del Stmo. Cristo Yacente fue restaurada, y le fueron fijados los brazos por el escultor Juan José Botaro. También se le reformo el pelo, que era natural y le llegaba hasta la espalda, tallándole el imaginero una cabellera nueva en madera. Una vez acabada la restauración, la imagen del Cristo fue sacada en solemne procesión de la casa del escultor y fue depositada de nuevo en su capilla de la Prioral.

La imagen de Ntra. Señora de la Soledad ha sido siempre muy venerada desde sus principios por todos los portuenses, siendo los religiosos de la Victoria quienes propagaron su culto por la ciudad. Ellos consideraban a la Virgen como parte de su patrimonio espiritual, pero desde que la imagen fue por primera vez profanada y arrastrada por las calles de El Puerto, su devoción popular aumento considerablemente hasta nuestros días, bien entrados ya en el siglo XXI.
Con respecto a la Estación de Penitencia, esta Corporación siempre procesionó en Viernes Santo, exceptuando el período desde 1956 hasta 1980.


Historia: Hdad. de la Sgda. Oración de Ntro. Sr. Jesucristo en el Huerto y María Stma. De Gracia y Esperanza.

La Hermandad de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto y María Santísima de Gracia y Esperanza fue erigida canónicamente y aprobadas sus Reglas según decreto y mandato con fecha 18 de Agosto de 1960 de su Eminencia y Rvdma. el Sr. Cardenal Arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, D. José María Bueno Monreal, en la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de los Milagros, de El Puerto de Santa María.



La primera Junta de Gobierno de esta Hermandad fue elegida en Cabildo General el 18 de Diciembre de 1960, siendo aprobada por el Sr. Vicario General del Arzobispado de Sevilla con fecha 31 de Enero de 1961. Su primer Hermano Mayor fue D. José María Gutiérrez Colosía.
Esta Hermandad realiza su primera Salida Procesional el 29 de Marzo de 1961, Miércoles Santo, saliendo únicamente con el Paso de Misterio. El Miércoles Santo de 1964, realiza su primera salida Procesional el Paso de Palio de María Santísima de Gracia y Esperanza.
En Octubre de 1996 se crea la Bolsa de Caridad, encargada de gestionar toda la Acción Social de la Hermandad. Desde entonces y hasta la actualidad, colabora activamente con Cáritas Parroquial, sobre todo en la campaña de Navidad, donde durante varios años organizó la Cabalgata de la Esperanza destinada a la recogida de alimentos no perecederos. Todos los años durante las Navidades instala una Tómbola Benéfica para recaudar fondos que son destinados íntegramente para la Bolsa de Caridad. Anualmente hace entrega de becas de libros para jóvenes con problemas económicos y ha estado tutelando a una familia portuense con graves problemas económicos durante mas de dos años. En Julio de 2007 se firmó un contrato con AFA (Asociación Familiares Alzheimer) por la duración de dos años para apoyar y co-financiar los costes de mantenimiento de un vehículo de transporte para que los enfermos puedan acudir a sus terapias.

El 12 de Marzo de 2006 tuvo lugar la bendición e inauguración de nuestra nueva Casa de Hermandad, tras ocho años de obras de rehabilitación y construcción de la finca que se adquiriera el 15 de Diciembre de 1998. Hasta este momento estuvimos disfrutando de unos salones parroquiales que a los inicios de nuestra Hermandad, se encontraban en ruinas corriendo nuestra hermandad con los gastos de rehabilitación de los mismos, así como de un numero importante de salones que se cedieron a la Parroquia y cuartos para guardar enseres que se cedieron al resto de hermandades con sede en nuestra Parroquia.


Durante las fiestas navideñas esta Hermandad instala su tradicional Portal de Belén, el cual es visitado cada año por cientos de portuenses, llevando a gala ser el pionero de los Belenes – abiertos al publico- en nuestra ciudad. Desde hace más de 40 años mantiene esta tradición, consiguiendo muchísimos premios en el Certamen de Belenes de ahí la popularidad del mismo en nuestra Ciudad.


Así mismo, en la Feria de Primavera y del Vino Fino de nuestra ciudad, esta Hermandad instala sucaseta de Feria HELO-LIBO, siendo la más veterana de las que se ubican en el recinto ferial. En la misma se celebra cada año y desde hace más de 25, el Pregón de la Feria y el Vino Fino, siendo éste incluido en el programa de actos oficial del Excmo. Ayuntamiento. Han participado en el mismo entre otros, el inolvidable Poeta y querido amigo Paco del Castillo, el conocido Pregonero, Diácono Permanente y Maestro Juan Villarreal, el entonces Director de Diario de Cádiz Agustín Merello, los conocidos pregoneros Jerezanos Enrique Víctor de Mora y Quirós, Inmaculada Cáliz, José Luis Zarzana y Antonio León Manjón, el Licenciado en Historia y redactor de Diario de Cádiz Francisco Andrés Gallardo, los por entonces locutores de la emisora local Radio Puerto Fernando Durán y Luis Ortega, el Licenciado en Latín y director del Grupo de Teatro Balbo Emilio Flor, el director de los informativos de Canal Sur Modesto Barragán y el Pregonero portuense José Manuel Castilla, de ahí el interés que despierta cada año registrándose un lleno completo de nuestra Caseta de Feria.

Historia: Hdad. de Ntro. P. Jesús Cautivo y María Stma. del Dolor y Sacrificio.

En 1.957 reunidos un grupo de muchachos en un banco de la Plaza Isaac Peral, pensaron en la posibilidad de fundar una nueva Cofradía que procesionara el Martes Santo, ya que dicho día no lo hacía ninguna Hermandad en El Puerto; que estuviera dirigida principalmente para y por los jóvenes; cuya principal característica fuera la seriedad y sobriedad en su recorrido; y enfocada hacia la caridad al prójimo. Siempre han estado motivados por un espíritu de penitencia llevando a la Virgen al barrio alto, zona más humilde y deprimida de El Puerto, lo que contribuye al mayor esplendor en su salida.

Necesitando de un lugar donde exponer a culto a la única imagen con la que en un principio contaba la hermandad, le fue asignada la misma capilla donde se encontraba y donde sigue en la actualidad, una pequeña capilla de unos cuatro metros cuadrados, situada bajo el coro de la Iglesia, en un lateral del mismo.

Se constituyó canónicamente en la Iglesia Mayor Prioral en marzo de 1958, aprobándose sus reglas de forma provisional con el número 25-d-d por el Ilmo. Sr. Vicario General del Arzobispado de Sevilla el día 3 de noviembre de 1.958, y definitivamente por el arzobispo de Sevilla D. José Mª Bueno Monreal el 17 de marzo de 1965 como "Hermandad de María Santísima del Dolor y Sacrificio". En el año 1.978 se acordó la cotitularidad de Nuestro Padre Jesús Cautivo, aprobándose por el obispo de Jerez D. Rafael Bellido Caro, y adoptando la Hermandad su actual nombre. Figura inscrita en el Registro General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia con el nº 4114-SE/C.
      

Historia: Real, Sacramental y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos De Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos y San Francisco de Asís.

Corría el año de 1.955 cuando un  grupo de empleados de la firma bodeguera Fernando A. de Terry S.A., amantes de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, decidieron fundar una nueva Hermandad en El Puerto. El objetivo de esta nueva Cofradía era el de restablecer el culto una antigua imagen que bajo la advocación de Ntro. Padre Jesús Nazareno de los Afligidos se encontraba depositada en el interior de las dependencias del Convento de las RR. MM. Concepcionistas, en la calle Nevería. Así y después de haber negociado con los propietarios de la imagen, la Orden Tercera, les fue cedida en usufructo la talla del Cristo. Fueron redactados unos estatutos que fueron enviados al Arzobispado de Sevilla para su aprobación y poder así erigir la nueva Hermandad.

El 19 de Septiembre de 1.955 fueron aprobadas estas reglas, erigiéndose como tal la Cofradía, y eligiendo el Lunes Santo para realizar la  Estación de Penitencia por estar este día vacante en nuestra Semana Santa. La intención de los fundadores era el de radicar canónicamente en la Iglesia del Convento de las Concepcionistas, pero al no poder hacer uso de estas dependencias por ser de clausura, el Ayuntamiento de El Puerto les cedió la Capilla del Hospital de San Juan de Dios.

Imagen primitiva de María Santísima
del Rosario; venerada en la actualidad en el
Convento de las RR.MM Concepcionistas
Fue al año siguiente, un Lunes Santo 26 de Marzo de 1.956 cuando saldría por primera vez la Hermandad a la calle, casi 88 años después de que lo hiciera por última vez Nuestro Padre Jesús de los Afligidos. El día anterior, la Hermandad de la Flagelación no pudo salir a la calle debido a un fuerte temporal que azotó a nuestra ciudad, pero afortunadamente el temporal se calmó el Lunes Santo para que los Afligidos pudieran hacer su estreno.  El dinero de los gastos de la primera salida fue recaudado en gran parte por las postulaciones que llevaron a cabo los hermanos fundadores por numerosas casas y comercios, así como la recaudación de las huchas colocadas en ciertos almacenes y establecimientos de nuestra ciudad. Para ello, se crearon varias comisiones encargadas de postular en los comercios, en las empresas y las casas de los particulares. También, y para recaudar fondos, sabemos que fueron mandadas a confeccionar varias túnicas, cíngulos de esparto y pares de sandalias fraileras para su posterior venta entre los hermanos. 

El día 26 de Mayo de este mismo año, gracias a las gestiones de la Junta de Gobierno que presidía el entonces Hermano Mayor Juan Py Bononato, Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona y padre de S.M El Rey Don Juan Carlos I, que se encontraba en el exilio en Portugal, aceptó el cargo de Hermano Mayor honorario de la Hermandad.

Pasados los años, y por Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Rafael Bellido Caro, Primer Obispo de Asidonia-Jerez, se le concede a nuestra Hermandad, el Título de "Hermandad Sacramental el día 29 de Mayo de 1997.
 
Asimismo, y en acuerdo del Cabildo General Extraordinario celebrado el 11 de Julio de 1.997, y recordando el espíritu con que fue erigida ésta Hermandad y su vinculación histórica con la figura de San Francisco de Asís, a través de la Venerable Orden Tercera, y que ya en nuestras primeras Reglas, este elegido de Dios, aparecía como abogado y protector de la Hermandad y Cofradía, se nombra como cotitular al Seráfico Padre San Francisco de Asís. De igual modo, estos lazos de unión históricos existentes entre nuestra Corporación y la Orden Franciscana se reconocieron de manera oficial con la concesión por parte de dicha Orden a nuestra Hermandad del Título de "Franciscana" el día 19 de Mayo de 2012 según Edicto del Ministro Provincial de la Orden Franciscana Fray Severino Calderón Martínez OFM.
Finalmente, el 9 de Agosto de 2012, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I concedió a nuestra Hermandad el Título de “Real”, ratificándose así los vínculos con la Casa Real Española, ya que en el año 1956, la Junta de Gobierno, nombró Hermano Mayor Honorario a S.A.R. Don Juan de Borbón, padre de Don Juan Carlos I, cuando se encontraba en el exilio en Estoril, Portugal. 

Historia: Hdad. Sacramental y Cofradía de nazarenos del Stmo Cristo de la Flagelación, María Stma. de la Amargura, San Joaquin y Sta. Ana.

 La Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Flagelación, María Santísima de la Amargura, San Joaquín y Santa Ana, establecida canónicamente en la Parroquia de San Joaquín de esta Ciudad y Gran Puerto de Santa María, se fundó el día 2 de Julio de 1.939 por los señores D. Ramón Bayo Valdés, D. Antonio Díaz Artola, D. Jesús Py Bononato, D. José Caamaño Camacho, D. Manuel Medina Franco, D. Francisco Lora Atalaya, D. Manuel Bollullo López, D. Manuel Iglesias Veneroni, D. José Arjona Cias, D. Emilio Terol Escribano, con el fin de dar culto a un Cristo atado a la Columna situado en una capilla de la Iglesia Parroquial de San Joaquín, que por entonces tenía muchos devotos. Este Cristo es de autor desconocido, de principios del siglo XVII, posteriormente restaurado al fundarse esta Hermandad por el Imaginero D. Juan Bottaro. Esta Imagen procedía del Convento de los Descalzos de esta Ciudad, actualmente desaparecido y convertido dicho lugar en una Plaza denominada de Isaac Peral. Después de hacérsele otra restauración en el año 1995 por D. Enrique Ortega, se descubre a través de fotografías de rayos X que la Imagen es de una sola pieza, siendo la cabeza posterior. Como peculiar estilo de esta Imagen se puede señalar su mirada. El Imaginero ha sabido plasmar en sus ojos todo el pesar hondo y sereno con que el Hombre-Dios debió mirar a Pedro al cruzarse con Él en los patios del Pretorio después de su triple negativa. 

             Los fundadores eran todos muchachos de unos 15 o 16 años.

             El 9 de Julio de 1.939 se le concede a D. Ignacio Osborne Vázquez (Conde de Osborne) el nombramiento de Hermano Mayor Honorario.

             Esta Hermandad efectuó su primera salida procesional el día 17 de Marzo de 1940 (Domingo de Ramos), siendo su primera Junta de Gobierno aprobada oficialmente por el Arzobispado de Sevilla, los siguientes:



DIRECTOR ESPIRITUAL:                Rvdo. Sr. D. Manuel Salido Gutiérrez

HERMANO MAYOR PRIMERO:     D. José Caamaño Camacho

HERMANO MAYOR SEGUNDO:   D. Miguel Merello Gómez

MAYORDOMO PRIMERO:             D. Manuel Medina Franco

MAYORDOMO SEGUNDO:            D. Antonio Díaz Artola

SECRETARIO PRIMERO:                D. Francisco Lora Atalaya

SECRETARIO SEGUNDO:               D. Jesús Py Bononato

VOCAL PRIMERO:                          D. José Arjona Cia

VOCAL SEGUNDO:                         D. Ramón Bayo Valdés

VOCAL TERCERO:                          D. Manuel Iglesias Veneroni

VOCAL CUARTO:                            D. Benjamín Lora Atalaya



           Los días 25, 26 y 27 de Febrero se celebra el Triduo Cuaresmal, oficiándolo el Rvdo. SR. D. Antonio Aldama, de la Compañía de Jesús.

     El itinerario que realizó esta Hermandad por primera vez, fue el siguiente:

             General Mola (hoy llamada Cielo), Caldevilla, Virgen de los Milagros, José Antonio Primo de Rivera (Hoy llamada Luna), Pedro Muñoz Seca (Hoy llamada Neveria), José Navarrete (Hoy llamada Palacios), Plaza de España, Vicario, General Mola (Hoy llamada Cielo), a su Templo.

             Este itinerario ha sido modificado bastantes veces hasta que en la Semana Santa de 2.001, se ha recuperado parte del primero, al coger por la Calle Neveria. Actualmente uno de los momentos claves de esta Hermandad es a su paso por la Barriada de la Vid, donde existe una gran devoción hacia nuestros Titulares.

             A raíz de su fundación, esta Hermandad se erigió en una de las más fuertes de nuestra Semana Mayor, pasando por años de mucho esplendor.
    
Como Virgen, la Hermandad en sus principios sacaba una Imagen prestada por la Señora Doña
María Iñigo, que era de su propiedad. Posteriormente esta Hermandad en el año 1.943, encargó al Imaginero CASTILLO LASTRUCCI una Imagen de la Virgen, ya que la anterior no requería las condiciones necesarias y fue devuelta a su respectiva propietaria. Actualmente ésta procesiona el lunes Santo en Utrera en la Hermandad de la Amargura (Los muchachos de Consolación). Como dato anecdótico podemos decir que la factura de dicha Imagen fue de 1.200 Ptas., siendo una de las más bellas que se venera en nuestra Ciudad. El 17 de marzo de 1.944, tras dar la autorización el Sr. Arzobispo de Sevilla, se bendice esta Imagen en la Parroquia de San Joaquín. La firma del Imaginero está situada en la espalda de la Virgen.

       



Esta Hermandad ha ostentado tres tronos o pasos para la Imagen del Titular. El primero se realizó en el año 1939 por el artista Arjona. Este paso posteriormente fue vendido a la Hermandad de la Patrona de Rota. El segundo se realizó en el año 1946 por el portuense Gallardo, artesano de la madera. El tercero y actual que ostentamos es del año 1960. Es de estilo Barroco y fue realizado por Lutzgardo Pinto, de Jerez de la Frontera y los trabajos de dorado los realizó Daza. En la actualidad se encuentra en un proceso de dorado por las doradoras Dña. Amalia Morales Chacón y Dña. Felisa García Llanera de la vecina localidad de Sánlucar de Barrameda.

             Los dos pasos son llevados por hermanos costaleros de la propia Hermandad. El paso del Señor llevan un total de 40 hermanos y el de la Virgen 30 hermanos.

             En el año 1.944 se bendijo un mosaico de la esfinge del Stmo. Cristo de la Flagelación y colocado en la fachada de la Parroquia de San Joaquín.

             En el año 1951, se encargó a los Imagineros Lutzgardo y Francisco Pinto, dos tallas de sayones azotando, para el paso del Señor, ya que la Hermandad en sus principios no los poseía.

             Esta Hermandad posee un lienzo del Stmo. Cristo de la Flagelación realizado en el año 1954 por la casa de pintura Galán de Madrid. 

             En el año 1958 el torero D. José Jiménez Chicuelo, donó a nuestra Titular, María Stma. De la Amargura, dos trajes de luces. Se realizaron dos sayas que las luce en la tarde-noche del Domingo de Ramos por las calles de nuestra Ciudad.

             Como características o anécdotas podemos contar que un año a la salida del Paso de la Stma. Virgen, se quedó enganchado el Palio por la parte alta de la puerta de la Parroquia y al ser dificultosa su salida por la pequeñez de dicha puerta, se partió una de las patas de dicho paso, teniendo que quedar dentro y proseguir el itinerario solo con el paso del Stmo. Cristo. Pasados dos años nuevamente se rompió en las proximidades de la Iglesia Mayor Prioral, teniendo que quedarse dicho paso allí y sacarlo al día siguiente después de arreglarlo.

             Como Hermano de Honor de la Hermandad, podemos señalar desde su fundación al Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación: D. Valentín Galarza y Morante, que hizo su ingreso en el año 1942; Sr. Conde de Osborne; Dña. Dolores Artola de Díaz; D. José María Pastor; D. Ramón Bayo Valdes. Con fecha 9 de Abril de 2.006, se nombra igualmente a la Banda de Cornetas y Tambores "Santísimo Cristo del Amor" de nuestra Ciudad, Hermanos de honor de esta Hermandad.


Por motivo del Centenario Fundacional de la Parroquia, el Domingo 10 de Julio de 2011, se celebró la Procesión del "Corpus Chico de San Joaquín" por las calles de la Feligresia.
A continuación  se mostrarán más fotos antiguas: